31 de diciembre de 2022

DE AMORES SOMBRÍOS

Largas noches de abrazar almohadas y sentir la aguja del reloj marcar cada segundo. De pesadillas entre tinieblas de ojos empañados. Noches brumosas y amargas que anuncian el temor a un nuevo día. Amaneceres gélidos sin una esperanza que llevarse a la boca. Noches vacias.

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Mataba el tiempo contando las notas de una balada y deslizando sus dedos por las teclas del piano, sin llegar a pulsarlas. Se habían quedado mudas como ella después de aquella pregunta nunca respondida por aquel impostor al que llamaba amor.

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Sombras alargadas en la tarde,
amenazantes manos huesudas, 
me reclaman a sus oscuras moradas. 
Y tú, indiferente en la tarde sombría
dejas que muera en agónico lamento
hijo de los fantasmas de tu frío aliento.

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Todavía quema en mis labios el sabor de tu último beso, no me acostumbro a tu ausencia, no poder conpartir contigo mis buenas noticias. Deseo oir tu voz, esa voz tan horrible que tienes de cacahuete, pero es tu voz, con ese tono dulce y amable. Enroscar mis dedos en tus rizos mientras me abrazas, besar tu espalda cuando duermes y sentir el calor de tu aliento al acecarte a besar mi la curva de mi cuello.




19 de diciembre de 2022

MIEDO A UN NUEVO DÍA

Qué hacer con esta angustia que me envuelve, 
que amenaza con ahogarme,
que me rompe en mil pedazos,
que se resiste a abandonarme.
Qué hacer si nada tiene sentido, 
si las horas pasan lentas y el sueño no llega. 

Cómo afrontar un nuevo día sin una señal tuya,
cómo asomarse al frío amanecer sin tu abrazo
cuando el iris se empaña por el llanto
y la pesada bruma aplasta mi alma.

Tú y yo, números primos entre una multitud,
anhelando un nuevo comienzo de caricias y besos

Qué hacer con esta eterna agonía.






16 de noviembre de 2022

TU FOTOGRAFÍA HA SIDO LA CULPABLE

El azar me mostró una fotografía actual de tí, de ese amado rostro que me había abandonado hace tiempo, y mi alma se vió asaltada por  infinidad de evocaciones y sentimientos que seguían perturbando mi paz.

Pasaron los años por tu vida, tu larga melena negra y tu espesa barba han ido clareando y tiñéndose de nieve. Tus chipeantes ojos azabache dejan asomar las fatigosas penas que se han cruzado en tu camino. Tus sienes plateadas y tu frente despejada no pueden ocultar al joven que un día amé, que tal vez siga amando. En esa imagen empañada que me muestras puedo adivinar el brio que arde dentro de ti, tu agil y despierta mente, donde siguen vivas aquellas ingeniosas historias que me fascinaban. Los cuatro bellos recuerdos que conservo avivan mi deseo de encontrarte al doblar cualquier esquina y en un impulso incontrolado, abrazarte hasta sentir que me fundo contigo, que no ha pasado el tiempo y que puedo decirte con la misma confianza de antaño "tomemos un café y contémonos nuestras vidas".

Deseos desesperados en esa cuenta atrás donde mis llosoroso ojos suplican al destino que permita ese incierto encuentro.

Edouard Boubat


9 de octubre de 2022

Tardes de estío en Madrid

Tarde soñolienta bajo los cielos de Madrid,
ruidos estridentes y olores confusos quiebran la paz de la oscura alcoba.
Te leo y por cada palabra no pronunciada, una espina perfora la arcaica cicatriz.
Dudas, temor y celos se posan en el vacío de la almohada, 
absurda lágrima de una quimera infundada que amenaza con brotar.
Corazón, ponte de nuevo la coraza, coge la lanza y lucha por la libertad de tu alma.
Corazón, no dejes que venza el impío guerrero del alba.
Tarde soñolienta, tarde de hastío en el ardiente agosto,
perlas de sudor cubren mi cuerpo desnudo que anhela tus caricias.
Espero ansiosa una llamada que me saque de este infausto desvelo,
me responde el silencio de un vacío que augura tu indolencia.
Corazón, no sufras, no mendigues una caricia, una palabra de amor.
Corazón, ponte en pie y busca nuevos destinos.
La tarde pasa lentamente y el sopor de la mente agotada me invade.
Es tarde, demasiaso tarde y espero las luces del alba para llenar de gozo mi vida.



15 de septiembre de 2022

SUFRIR POR NADA

Sufre niña tonta
¿Qué esperabas?
¿rosas?
¿promesas a media noche? 
¿besos a la luz de la luna?
 Estúpida niña tonta,
lágrimas,
nada más que lágrimas existen para tí.
Para, 
detente no busques más,
el amor no existe.
El no te ama, un objeto nada más eres para él
Deja ya de llorar.




7 de agosto de 2022

SENCILLAS FLORES

Flores para una vida vacía,
para una vida sedienta de caricias,
vacía de palabras hermosas.

Flores para ocultar el llanto,
para llenar tu ausencia.

Flores que rescaten mi alma
que oculten el hedor del cieno.

Humildes y livianas flores 
que enciendan una luz en mi alma,
que ilumine una vida vacía.



Wynn Bullock (1902-1975, Chicago)

22 de julio de 2022

EVANESCENCIA


Anoche me ausenté de esta forma corpórea que me ata a un espacio definido, para reunirme contigo, allá, en el lugar donde habitan los sueños.
¿Recuerdas?
Tu masculinidad envolvió todo mi cuerpo, embriagándome con ese aroma que desprende la pasión contenida.
Me impregné de ti y, como si fuera una coraza, tu invisible presencia me acompañó todo el día, envolviéndome en un aura radiante de felicidad. Caminé saboreando tus dulces besos, sintiendo tus acogedores y posesivos abrazos, oyendo tus susurros murmurando el deseo y, con la mirada perdida en el infinito, evoquè tus melosos ojos, tu viril mentón y ese arco en el que se curvan nuestros cuerpos vencidos por la pasión.
Sedienta de tí, deambulo por las calles en esteril búsqueda. Camino entre la multitud para regresar a mis recuerdos, donde habitas en sutiles formas incorpóreas que me hacen sentir plena.




 Paris Night Square, (1927)
André Kértész


29 de junio de 2022

Y DE REPENTE APARECISTE

Entras en mi vida sin llamar,
sales sin avisar,
a ratos me ignoras,
otros, perturbas mi paz,
vuelves, como si nada,
para ser el centro del universo.
Cercano, dulce, distante y solemne.
Señales esquivas,
mensajes ambiguos,
pero siempre estás ahí,
un comentario, una foto, 
algo y nada.
Irrumpes en mi mundo
sin permiso, 
te adueñas de mi espacio vital,
pisoteas las flores de mi jardin
y ni siquiera muestras un ápice de empatía
¿de qué vas?¿qué buscas?
Niño caprichoso,
aparca tu ego,
no soy una nueva isla que conquistar
y luego abandonar,
no soy ese juguete que aún no tienes
y ansías poseer a cualquier precio.
Soy la aventura que jamás sabrás disfrutar,
soy una brisa fresca en tu aburrida vida, 
el mundo que te ofrezco
ni siquiera lo puedes imaginar.
No lo mereces,
tu estrecha mente no sabe de placeres sublimes,
hice un pacto con los dioses
me sentaré a su mesa
saborearé sus más exquisitas viandas.
Pero tú,
pobre niño necio
jamás podrás participar en su banquete celestial


"EL cielo es la clave del paisaje"
Leonard Misonne

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25 de junio de 2022

A UNA MANO AFERRADA

Continúo el camino a tu lado,
en una soledad lacerada
por una banal existencia aceptada.

Siento tu mano vacía coger la mía,
y con pasos distraídos me dejo llevar
por un sendero de sombras chinescas.

Continúo ese agreste camino,
a tu lado,
segura de mi destino letal.

Ensimismada en mil dudas,
camino aferrada a tu mano
descifrando el incierto arcano.

Pasos errados en la tarde
nos adentran por callejas olvidadas.
Mirada perdida,
baldosas centenarias repiten el eco
de aquellas palabras no pronunciadas.

Continúo ese agreste camino,
a tu lado,
hacia un ocaso real.

París la nuit, 1932
Paris la nuit, 1932
Bräsai










13 de mayo de 2022

¡QUÉ TONTERÍA!


Y de repente,
en el insomnio de la noche,
me sorprendo recordando aquella bella histora.

No hubo nada, ni siquiera un compromiso,
sólo libertad,
por eso, cada pequeño detalle era un mundo.

¡Cómo duele recordar!

Estuve años sin pintar mis uñas de los pies por él,
le recordaban  a los elefantes del circo, decía
¡qué tontería!

Ahora,
siempre que las pinto, veo su rostro, 
¡qué tontería!

¡Cómo duele recordar!

Hoy, cuando la edad del juicio frena mis instintos, me pregunto
¿por qué no apure ávidamente aquella copa?
¿por qué no escancié hasta el último sorbo aquel dulce vino?

¡Cómo duele recordar!



Edouard Boubat




12 de mayo de 2022

MUNDOS PARALELOS

Porque un día sientes como giras en una espiral infinita hacia el espacio, flotando, liviana entre vaporosas nubes y un brillante cielo azul, hasta rozar las cumbres donde habitan los dioses.

Porque has soñado con un fruto prohibido y sufres el castigo implacable de caer en picado desde esa cima, a una velocidad de vértigo que te lleva a la más profunda de las simas donde sientes que regresas a ese hogar oscuro del que nunca deberías haber salido.

Y, agazapada, en una esquina de la casa lloras tus penas, lágrimas amargas que dejan surcos en el rostro y al tocar el suelo se convierten en grotescas máscaras. Toda una vida consumida, gastada, ajada en una continua lucha por sobrevivir a tus miserias.

¿Qué hiciste para ser maldecida? ¿A qué dios no le ofreciste una pira? Día a día arrastras pesadamente tus pies en una monótona danza que quiere simular una vida, llenas el vacío de infinitas excusas que justifican tu existir. Pero tú sabes que las fuerzas se agotan, estás quemando tus últimas naves y el destino seguirá sin salir a tu encuentro.

El camino de baldosas amarillas se ha perdido entre la maleza de la floresta y debes encontrar unas alas que te lleven a lo más alto, donde poder contemplar tu triste existencia y encontrar ese cabo del ovillo que te sacará del laberinto donde habita el minotauro.


Edouard Boubat

Edouard Boubat


10 de abril de 2022

NIEBLA

No tenía nada de especial, pero su presencia llenaba toda la estancia. Su sonrisa amable, su mano tendida y esos ojos chispeante que invitaban a volar hacia el infinito junto a él, desarmaban a cualquiera que estuviera a su lado.

Un buen día dejó de llamar a mi puerta. Creyendo escuchar sus pasos por la acera, inconscientemente salí de casa y me adentré en la oscuridad de la noche, ante mis ojos una pesada niebla se iba adueñando lentamente de las calles. Era una maldita metáfora de mis miedos, se había llevado la luz que alumbra los sueños. Para escapar de la niebla seguí avanzando, pero a cada paso que daba se volvía más espesa, estaba perdida en la oscuridad, a mi alrededor sólo existía un vacío de niebla y frío.

Volví la mirada buscando una luz que me guiara de vuelta a mi hogar pero no había nada, la casa, la calle, las farolas, todo había desaparecido, la niebla y la nada me envolvían en mortal abrazo . Un escalofrío recorrió mi cuerpo, el vacío era lo único real e intangible que existía, me estaba diluyendo en jirones de niebla. Un ruido agudo y chirriante detuvo el tiempo, sentí como el peso de mi brazo se levantaba hacia ese sonido lacerante, de pronto, un golpe seco me sobresaltó, el despertador había caído rodando por el suelo, la realidad volvió a existir cuando logré alcanzar el interruptor y una luz cegadora agredió mis ojos soñolientos. La niebla había desaparecido y en su lugar quedó la certeza de que él jamás volvería.  


Foggy Fifth Avenue desde el Saint-Regis, 1905
Alvin Langdon Coburn

4 de marzo de 2022

MI PIEL ES LA QUE HABLA


Deseo, anhelo, añoro, extraño tu piel. Subir mis dedos por tus fibrosos brazos apenas rozando el vello, llegar hasta el lóbulo de tu oreja mientras mi boca busca nerviosa tus carnosos labios entreabiertos. Esculpir con mis manos tus hombros y tu pecho, los ojos cerrados mientras mi cuerpo desnudo tiembla ante tu proximidad y mis pechos, erguidos, rozan tu fornido torso. En un abrazo, aprisionas mi cintura, recorres con tu mano mi espalda, provocándome un escalofrío y llegas al abismo de mis sienes. Enrollas mi pelo y lo sueltas dejándolo caer sobre mis senos, excusa perfecta para retirarlo y pellizcar tiernamente mis pezones. Tus manos no descansan, contorneas mi pecho mientras yo saboreo el dulce aroma de tu aliento. Cruelmente me privas de tu boca y con tímidos besos la obligas a bajar por mi cuello, ella se revela con delicados mordisquitos, pero tú buscas un premio más suculento. Firmemente sujetas mis pechos con tus cálidas y fuertes manos para que no puedan huir de tu boca hambrienta. Golosamente lames un pezón, luego el otro, muerdes, aprietas, pellizcas y mi cuerpo te desea con tanta vehemencia que necesito coger tu miembro viril, erecto, inflamado de deseo. Espero impaciente tu embestida, no, aún no ha llegado el momento, te recreas y torturas mi cuerpo. La flecha húmeda de tu lengua baja lentamente por mi vientre, besas mi ombligo, acaricias el bello de mi pubis. Tus dedos, insolentes, se adentran en la misteriosa cripta que esconden mis muslos, el tesoro les aguarda con ansiedad y tú, sin piedad, lo subyugas. Besos húmedos saborean mi sexo, tu lengua busca ese botón dorado que sublima mis más arcanos deseos, tus dedos indagan en las profundidades de mi cuerpo, placer ardiente que me quema, jadeos entrecortados reclaman ansiosamente esa consagración carnal que tus manos presagiaban.

Ahora sí, siento como tu miembro entra dulcemente dentro de mí, me invita a un baile cadencioso de balanceos, subidas y bajadas, acelerando paulatinamente el ritmo, penetra insistentemente hasta llevarnos al éxtasis total, clímax de espaldas curvadas, mezcla de humores íntimos, lazo carnal que nos eleva a un universo insondable, a tiempos ancestrales donde la razón humana es anulada por ritos paganos de comunión con la naturaleza, donde el mundo de los sentidos deja despertarse al animal salvaje que anida en nuestro subconsciente.

Agotado y sudoroso, te derrumbas sobre mí, beso tu frente perlada y te sonrío, coges mi mano y la besas dulcemente, una vez más se ha producido el milagro. Amor imperecedero que sobrevive a todos los recuerdos.

 

6 de febrero de 2022

UN AÑO EN BLANCO


Se me fue 2021, ¿asomada a la ventana? tal vez. Un año de cambios radicales, el horizonte es distinto, las calles por las que paseo han cambiado y el equilibrio del espacio que habito amenaza con derrumbarse cada día. No es miedo, es un estado de alerta constante, una aventura en la que en cualquier minuto puede producirse un giro en mi/tu/ nuestra historia. Nada, alegría, tristeza, decepción, esperanza, no siento nada. Sólo observo como fluye el tiempo, como se suceden los días estando presente en cada momento. He dejado de asistir a mi vida desde la butaca de un cine, saboreo cada momento de mi triste existencia, dulce o amargo, qué importa, soy consciente de todo lo que me sucede y no espero nada, todo está bien así, he cumplido uno de esos deseos que piensas imposibles. El resto, de príncipes o héroes, que elija el destino. 

Fotografía- Edouard Boubat