que amenaza con ahogarme,
que me rompe en mil pedazos,
que se resiste a abandonarme.
Qué hacer si nada tiene sentido,
si las horas pasan lentas y el sueño no llega.
Cómo afrontar un nuevo día sin una señal tuya,
cómo asomarse al frío amanecer sin tu abrazo
cuando el iris se empaña por el llanto
y la pesada bruma aplasta mi alma.
Tú y yo, números primos entre una multitud,
anhelando un nuevo comienzo de caricias y besos
Qué hacer con esta eterna agonía.
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