13 de mayo de 2022

¡QUÉ TONTERÍA!


Y de repente,
en el insomnio de la noche,
me sorprendo recordando aquella bella histora.

No hubo nada, ni siquiera un compromiso,
sólo libertad,
por eso, cada pequeño detalle era un mundo.

¡Cómo duele recordar!

Estuve años sin pintar mis uñas de los pies por él,
le recordaban  a los elefantes del circo, decía
¡qué tontería!

Ahora,
siempre que las pinto, veo su rostro, 
¡qué tontería!

¡Cómo duele recordar!

Hoy, cuando la edad del juicio frena mis instintos, me pregunto
¿por qué no apure ávidamente aquella copa?
¿por qué no escancié hasta el último sorbo aquel dulce vino?

¡Cómo duele recordar!



Edouard Boubat




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