El azar me mostró una fotografía actual de tí, de ese amado rostro que me había abandonado hace tiempo, y mi alma se vió asaltada por infinidad de evocaciones y sentimientos que seguían perturbando mi paz.
Pasaron los años por tu vida, tu larga melena negra y tu espesa barba han ido clareando y tiñéndose de nieve. Tus chipeantes ojos azabache dejan asomar las fatigosas penas que se han cruzado en tu camino. Tus sienes plateadas y tu frente despejada no pueden ocultar al joven que un día amé, que tal vez siga amando. En esa imagen empañada que me muestras puedo adivinar el brio que arde dentro de ti, tu agil y despierta mente, donde siguen vivas aquellas ingeniosas historias que me fascinaban. Los cuatro bellos recuerdos que conservo avivan mi deseo de encontrarte al doblar cualquier esquina y en un impulso incontrolado, abrazarte hasta sentir que me fundo contigo, que no ha pasado el tiempo y que puedo decirte con la misma confianza de antaño "tomemos un café y contémonos nuestras vidas".
Deseos desesperados en esa cuenta atrás donde mis llosoroso ojos suplican al destino que permita ese incierto encuentro.
![]() |
Edouard Boubat |
No hay comentarios:
Publicar un comentario