25 de junio de 2022

A UNA MANO AFERRADA

Continúo el camino a tu lado,
en una soledad lacerada
por una banal existencia aceptada.

Siento tu mano vacía coger la mía,
y con pasos distraídos me dejo llevar
por un sendero de sombras chinescas.

Continúo ese agreste camino,
a tu lado,
segura de mi destino letal.

Ensimismada en mil dudas,
camino aferrada a tu mano
descifrando el incierto arcano.

Pasos errados en la tarde
nos adentran por callejas olvidadas.
Mirada perdida,
baldosas centenarias repiten el eco
de aquellas palabras no pronunciadas.

Continúo ese agreste camino,
a tu lado,
hacia un ocaso real.

París la nuit, 1932
Paris la nuit, 1932
Bräsai










13 de mayo de 2022

¡QUÉ TONTERÍA!


Y de repente,
en el insomnio de la noche,
me sorprendo recordando aquella bella histora.

No hubo nada, ni siquiera un compromiso,
sólo libertad,
por eso, cada pequeño detalle era un mundo.

¡Cómo duele recordar!

Estuve años sin pintar mis uñas de los pies por él,
le recordaban  a los elefantes del circo, decía
¡qué tontería!

Ahora,
siempre que las pinto, veo su rostro, 
¡qué tontería!

¡Cómo duele recordar!

Hoy, cuando la edad del juicio frena mis instintos, me pregunto
¿por qué no apure ávidamente aquella copa?
¿por qué no escancié hasta el último sorbo aquel dulce vino?

¡Cómo duele recordar!



Edouard Boubat




12 de mayo de 2022

MUNDOS PARALELOS

Porque un día sientes como giras en una espiral infinita hacia el espacio, flotando, liviana entre vaporosas nubes y un brillante cielo azul, hasta rozar las cumbres donde habitan los dioses.

Porque has soñado con un fruto prohibido y sufres el castigo implacable de caer en picado desde esa cima, a una velocidad de vértigo que te lleva a la más profunda de las simas donde sientes que regresas a ese hogar oscuro del que nunca deberías haber salido.

Y, agazapada, en una esquina de la casa lloras tus penas, lágrimas amargas que dejan surcos en el rostro y al tocar el suelo se convierten en grotescas máscaras. Toda una vida consumida, gastada, ajada en una continua lucha por sobrevivir a tus miserias.

¿Qué hiciste para ser maldecida? ¿A qué dios no le ofreciste una pira? Día a día arrastras pesadamente tus pies en una monótona danza que quiere simular una vida, llenas el vacío de infinitas excusas que justifican tu existir. Pero tú sabes que las fuerzas se agotan, estás quemando tus últimas naves y el destino seguirá sin salir a tu encuentro.

El camino de baldosas amarillas se ha perdido entre la maleza de la floresta y debes encontrar unas alas que te lleven a lo más alto, donde poder contemplar tu triste existencia y encontrar ese cabo del ovillo que te sacará del laberinto donde habita el minotauro.


Edouard Boubat

Edouard Boubat


10 de abril de 2022

NIEBLA

No tenía nada de especial, pero su presencia llenaba toda la estancia. Su sonrisa amable, su mano tendida y esos ojos chispeante que invitaban a volar hacia el infinito junto a él, desarmaban a cualquiera que estuviera a su lado.

Un buen día dejó de llamar a mi puerta. Creyendo escuchar sus pasos por la acera, inconscientemente salí de casa y me adentré en la oscuridad de la noche, ante mis ojos una pesada niebla se iba adueñando lentamente de las calles. Era una maldita metáfora de mis miedos, se había llevado la luz que alumbra los sueños. Para escapar de la niebla seguí avanzando, pero a cada paso que daba se volvía más espesa, estaba perdida en la oscuridad, a mi alrededor sólo existía un vacío de niebla y frío.

Volví la mirada buscando una luz que me guiara de vuelta a mi hogar pero no había nada, la casa, la calle, las farolas, todo había desaparecido, la niebla y la nada me envolvían en mortal abrazo . Un escalofrío recorrió mi cuerpo, el vacío era lo único real e intangible que existía, me estaba diluyendo en jirones de niebla. Un ruido agudo y chirriante detuvo el tiempo, sentí como el peso de mi brazo se levantaba hacia ese sonido lacerante, de pronto, un golpe seco me sobresaltó, el despertador había caído rodando por el suelo, la realidad volvió a existir cuando logré alcanzar el interruptor y una luz cegadora agredió mis ojos soñolientos. La niebla había desaparecido y en su lugar quedó la certeza de que él jamás volvería.  


Foggy Fifth Avenue desde el Saint-Regis, 1905
Alvin Langdon Coburn

4 de marzo de 2022

MI PIEL ES LA QUE HABLA


Deseo, anhelo, añoro, extraño tu piel. Subir mis dedos por tus fibrosos brazos apenas rozando el vello, llegar hasta el lóbulo de tu oreja mientras mi boca busca nerviosa tus carnosos labios entreabiertos. Esculpir con mis manos tus hombros y tu pecho, los ojos cerrados mientras mi cuerpo desnudo tiembla ante tu proximidad y mis pechos, erguidos, rozan tu fornido torso. En un abrazo, aprisionas mi cintura, recorres con tu mano mi espalda, provocándome un escalofrío y llegas al abismo de mis sienes. Enrollas mi pelo y lo sueltas dejándolo caer sobre mis senos, excusa perfecta para retirarlo y pellizcar tiernamente mis pezones. Tus manos no descansan, contorneas mi pecho mientras yo saboreo el dulce aroma de tu aliento. Cruelmente me privas de tu boca y con tímidos besos la obligas a bajar por mi cuello, ella se revela con delicados mordisquitos, pero tú buscas un premio más suculento. Firmemente sujetas mis pechos con tus cálidas y fuertes manos para que no puedan huir de tu boca hambrienta. Golosamente lames un pezón, luego el otro, muerdes, aprietas, pellizcas y mi cuerpo te desea con tanta vehemencia que necesito coger tu miembro viril, erecto, inflamado de deseo. Espero impaciente tu embestida, no, aún no ha llegado el momento, te recreas y torturas mi cuerpo. La flecha húmeda de tu lengua baja lentamente por mi vientre, besas mi ombligo, acaricias el bello de mi pubis. Tus dedos, insolentes, se adentran en la misteriosa cripta que esconden mis muslos, el tesoro les aguarda con ansiedad y tú, sin piedad, lo subyugas. Besos húmedos saborean mi sexo, tu lengua busca ese botón dorado que sublima mis más arcanos deseos, tus dedos indagan en las profundidades de mi cuerpo, placer ardiente que me quema, jadeos entrecortados reclaman ansiosamente esa consagración carnal que tus manos presagiaban.

Ahora sí, siento como tu miembro entra dulcemente dentro de mí, me invita a un baile cadencioso de balanceos, subidas y bajadas, acelerando paulatinamente el ritmo, penetra insistentemente hasta llevarnos al éxtasis total, clímax de espaldas curvadas, mezcla de humores íntimos, lazo carnal que nos eleva a un universo insondable, a tiempos ancestrales donde la razón humana es anulada por ritos paganos de comunión con la naturaleza, donde el mundo de los sentidos deja despertarse al animal salvaje que anida en nuestro subconsciente.

Agotado y sudoroso, te derrumbas sobre mí, beso tu frente perlada y te sonrío, coges mi mano y la besas dulcemente, una vez más se ha producido el milagro. Amor imperecedero que sobrevive a todos los recuerdos.

 

6 de febrero de 2022

UN AÑO EN BLANCO


Se me fue 2021, ¿asomada a la ventana? tal vez. Un año de cambios radicales, el horizonte es distinto, las calles por las que paseo han cambiado y el equilibrio del espacio que habito amenaza con derrumbarse cada día. No es miedo, es un estado de alerta constante, una aventura en la que en cualquier minuto puede producirse un giro en mi/tu/ nuestra historia. Nada, alegría, tristeza, decepción, esperanza, no siento nada. Sólo observo como fluye el tiempo, como se suceden los días estando presente en cada momento. He dejado de asistir a mi vida desde la butaca de un cine, saboreo cada momento de mi triste existencia, dulce o amargo, qué importa, soy consciente de todo lo que me sucede y no espero nada, todo está bien así, he cumplido uno de esos deseos que piensas imposibles. El resto, de príncipes o héroes, que elija el destino. 

Fotografía- Edouard Boubat

 

11 de noviembre de 2020

MARIPOSAS EN EL CORAZÓN

No, no es así, se dice "mariposas en el estómago", ya lo se, pero es que yo las tengo en el corazón. Igual esto es un principio de infarto y yo en lugar de irme a urgencias me pierdo en divagaciones poéticas. Realmente noto como revolotean sus alas de mil colores en mi pecho.

Tan solo el haber soñado contigo me tiene alterada todo el día, fue tan real la sensación que no pudo ser sólo un sueño mío. Tal vez algún ser mágico, enternecido por este tormento, decidió unirnos en una dimensión extrasensorial efímera. Ese amor imperecedero en el tiempo, adormecido en tu interior, esos besos de reencuentro, esa sensación de estar arropada por tus brazos, sentir tu cuerpo pegado al mío, es imposible que haya sido un sueño. Necesito materializar estas palabras para que mañana, pasado o dentro mil años, cuando haya perdido la memoria, pueda volver a sentirlo. Que ganas de hablarte, de decirte que te necesito, que quiero tocar tu piel, besar tus labios, sentir tu fuerza, ¡Dios! ¡Cómo me cuesta saber que estás al otro lado de la red y no puedo decirte nada! Tengo miedo de que en cualquier momento salgas volando como un pajarillo asustado y nunca más volver a saber de ti, que te suceda algo y se quede muda tu cuenta en cualquier red social. 


El dolor que siento al despertar y descubrir que tan solo ha sido un sueño se compensa con esa sensación de felicidad plena que me embarga al haberte tenido mientras dormía. No importa, siento que estas conmigo e imagino que en algún momento del día piensas en esa persona anónima que soy yo para ti, ¿sientes curiosidad por saber quien soy? o realmente hace tiempo que lo has descubierto, es posible, me cuesta mucho no desvelarte mi secreto y si no lo hago es por ese miedo a perderte para siempre. Aunque no te tengo sé que estás ahí, al otro lado y con eso es suficiente para mí.




Mujer en la ventana

Mujer en la ventana, 1930
Edouard Boubat, París