recuerdo el calor de tus palabras
el abrazo de tus besos
el terciopelo de tu piel en mi lecho.
Oscurece la tarde en silencio,
apenas el latido de mis penas
se abre paso entre los hielos,
vaticinando un triste desconsuelo.
El aullido gélido del viento,
me reclama entre las ramas
que cubren los árboles muertos.
En esta oscura noche
anhelo tu regreso.